Blog

Home Blog La importancia del suelo y su biodiversidad ¿cómo afecta a la salud humana y vegetal?

La importancia del suelo y su biodiversidad ¿cómo afecta a la salud humana y vegetal?

El pasado lunes 5 de diciembre tuvo lugar, como cada año, la celebración del Día Mundial del Suelo. Una jornada clave para destacar su importancia en el mantenimiento del equilibrio de los ecosistemas terrestres.

Si cogiéramos una cucharada sopera de tierra, el número de seres vivos que encontraríamos ganaría al número de personas que ocupamos el planeta. Un dato impactante, que puede que ya hubieras leído antes, pero que resulta insuficiente a la hora de hacernos una idea de sus implicaciones.    

En realidad, la enorme concentración de especies en el suelo se traduce en que allí se encuentra una cuarta parte de la diversidad biológica del planeta. Esta biodiversidad, aunque desconocida y oculta por estar bajo tierra, sufre igualmente la destrucción y el daño que provocamos los humanos.

Un importante reservorio de vida

Los organismos que habitan el suelo son clave para el ciclo de los nutrientes, mejorando su captación y absorción por parte de las plantas. Además, esta biota edáfica se encarga de mantener la estructura física del suelo ya que regula y descompone la materia orgánica presente. También controlan la dinámica hídrica y cuidan de la salud vegetal al establecer relaciones simbióticas y asimbióticas con sus raíces. 

Por si fuera poco, un suelo sano puede prevenir la aparición de microorganismos patógenos y sirve como stock de carbono, es decir, tiene una mayor capacidad de almacenamiento de este elemento, disminuyendo el que se encuentra libre en la atmósfera.

Más allá de mitigar la emisión de gases de efecto invernadero, la biodiversidad del suelo impacta en la seguridad alimentaria. El 95% de los alimentos que consumimos dependen del complejo mundo microscópico del suelo. Cuidar de él, impacta directamente en la calidad de los alimentos que terminan en nuestro plato.  

Regenerar suelos degradados y garantizar una vida subterránea rica es fundamental para la sostenibilidad y producción agrícola. A su vez, impacta positivamente en la salud medioambiental y humana.  El humus de lombriz, por ejemplo, es una buena estrategia para la recuperación de suelos agotados, del cual tratamos sus ventajas en un artículo anterior del blog.

El suelo, base de los ecosistemas terrestres, bajo una amenaza constante

La población mundial ya ha alcanzado los 8.000 millones de personas y podríamos pensar que ante tal situación se necesita una intensificación agrícola. Sin embargo, las prácticas nocivas de explotación de la tierra que se llevan décadas practicando, si nos descuidamos, producen el efecto contrario, una caída de la productividad. Una mala práctica agrícola basada en el uso de fertilizantes y pesticidas químicos es, en realidad, un bumerán, una capa de brillo superficial que oculta toda la corrosión interna. Puede que aumente de manera temporal la producción, pero el coste que asumimos es poner en riesgo nuestra salud y calidad alimentaria. A la larga, los monocultivos agrícolas, el uso excesivo de fertilizantes químicos o la deforestación, entre otros, degradan el suelo haciendo que las explotaciones sean menos rentables y de peor calidad. 

Mantener el suelo vivo

Durante estos días, del 7 al 19 de diciembre, está teniendo lugar la Conferencia sobre Diversidad Biológica de la ONU (la COP15). Montreal, en Canadá, es la ciudad encargada de alojar esta cumbre que se repite cada dos años y que suele quedar eclipsada por las COP sobre el cambio climático.

Entre las problemáticas que tratarán en la cumbre encontramos la sobreexplotación, las especies invasoras, la reducción del uso de plaguicidas y otros condicionantes que implican al ser humano.

Desde Biotecarios estaremos atentos a las medidas y metas que se establezcan como lo estuvimos con la COP27. Conservar la biodiversidad en general y la edáfica en particular siempre ha sido uno de nuestros objetivos.

Es por eso que contamos con una serie de herramientas agronómicas indispensables para mejorar la fertilidad de los suelos. Además de mejoradores del suelo como el humus de lombriz, contamos con cubiertas vegetales, bioestimulantes, probióticos y prebióticos que cuidan de la biodiversidad de las tierras agrícolas y protegen esta vida subterránea de una degradación masiva.  

Artículos relacionados

Vanessa Martos – Agricultura 5.0. Observación terrestre desde el espacio

La teledetección es un tema muy novedoso y que cada vez tiene más importancia en la agricultura. En Biotecarios tratamos de estar constantemente actualizados en...

Los porqués de Biotecarios

En 1990, José Serrano y Teófila Romero crearon José Serrano Gutiérrez SL, una empresa de fitosanitarios que se ha ocupado de los campos cordobeses durante décadas ofreciendo soluciones de naturaleza química...

Soluciones naturales: nuestra revolución en sostenibilidad agrícola

Existen olores y sabores que actúan como detonantes de un recuerdo. Cada uno de nosotros tenemos en nuestra memoria ese aroma, ese condimento que nos transporta a la...

Esta web usa cookies propias y externas. Estas “galletas informativas” son pequeños archivos que se guarda en tu ordenador, “smartphone” o tableta cada vez que visitas biotecarios.es. Pueden ser “técnicas”, para que nuestra página web pueda funcionar, y no necesitan de tu autorización. Estás serán las únicas cookies que estarán activas si sólo pulsas el botón ACEPTAR. El resto de cookies sirven para que mejoremos nuestra página a partir de tus preferencias. Éstas están activadas por defecto, pero puedes desactivarlas en nuestro apartado CONFIGURACIÓN DE COOKIES. Consulta la sección de USO DE COOKIES de nuestra página web.    Ver Política de cookies
Privacidad
Abrir chat
Hola
¿En qué podemos ayudarte?