¿Cómo afecta la araña roja a nuestros cultivos?
La araña roja se ha convertido en una de las especies predominantes en los invernaderos y en muchos cultivos al aire libre, ostentando una posición de relevancia como plaga que afecta a numerosas cosechas en todo el mundo. A pesar de su reducido tamaño, su potente capacidad reproductiva les convierte en una especie capaz de causar daños importantes en un corto período de tiempo.
Son conocidas como arañas rojas por su capacidad de tejer telarañas, pero en realidad son ácaros que, en su etapa adulta, pueden llegar hasta los 0,5 mm y se nutren de las plantas que crecen en los ambientes secos.
Estos ácaros son muy difíciles de reconocer a simple vista ya que para nuestros ojos se reducen a diminutos puntos de color rojo. No obstante, cuando se presentan en cantidad, su presencia es más notable ya que podemos ver mantas de estos insectos y considerables formaciones de telarañas.
El ciclo evolutivo de la araña roja comprende diversas etapas: huevo, larva, protoninfa, deutoninfa y adulto. Su color varía desde tonalidades naranjas, amarillas o verdes claras hasta verdes oscuros, rojas, marrones o casi negras. Las larvas, ninfas y adultos dañan las plantas huéspedes al alimentarse de su savia. Suelen encontrarse en el envés de las hojas, donde perforan las células para succionar los contenidos. La destrucción de las células disminuye la fotosíntesis, incrementa la transpiración y limita el desarrollo de las plantas. Sin embargo, las ninfas y los adultos tejen telarañas que sirven como refugio, a menudo cubriendo por completo las plantas. La presencia de telarañas y puntos en las hojas impactan el aspecto del cultivo, algo esencialmente preocupante en los cultivos ornamentales.
¿Qué efectos tienen en nuestra tierra?
Constituyen una amenaza significativa para las plantas debido a que se alimentan de los contenidos celulares, consumiendo célula tras célula y dejando tras de sí manchas pálidas y frágiles que contrastan con el verde de alrededor.
Hay que tener en cuenta que una sola planta puede ser atacada por miles de estos ácaros, lo que disminuye considerablemente la capacidad fotosintética de la planta, la debilita e incluso puede llevarla hasta su muerte.
Como la mayoría de los insectos chupadores, las arañas rojas se sitúan en el envés de las hojas, ya que esta zona es la que cuenta con una mayor porosidad (aquí residen los estomas y se realiza el intercambio gaseoso) y es más accesible para su aparato bucal chupador.
Este ácaro succiona y se nutre de las células de la planta a un ritmo voraz, debilitando la planta con una rapidez evidente. El proceso de amarilleamiento avanza de forma acelerada, exponiendo a la planta a la vulnerabilidad frente a ataques de patógenos como hongos o bacterias, pudiendo llegar finalmente a producir su deceso.
¿Podemos enfrentarnos a ellas?
Es muy importante vigilar nuestros cultivos para detectar la posible presencia de la araña roja. Para lograrlo, será esencial inspeccionar periódicamente el reverso de las hojas, permitiéndonos prevenir y abordar cualquier invasión a tiempo.
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