El análisis microbiológico como punto de partida para conocer la salud de nuestros suelos
El suelo, ese manto aparentemente inerte que cubre tantas extensiones de nuestro planeta, es en realidad uno de los recursos más vitales y dinámicos que sustentan la vida en la Tierra. Desde tiempos remotos, el suelo ha sido el fundamento de nuestra existencia, la fuente de nuestra alimentación y la base sobre la cual florecen ecosistemas enteros. A menudo pasamos por alto su relevancia, pero el suelo es mucho más que tierra bajo nuestros pies; es un tesoro oculto que sostiene la agricultura, una de las actividades humanas más fundamentales y cruciales para nuestra supervivencia.
En realidad, la inmensa concentración de especies en el suelo implica que aproximadamente una cuarta parte de la diversidad biológica del planeta reside en este entorno subterráneo. A pesar de que esta biodiversidad permanece en gran medida desconocida y oculta bajo tierra, no está exenta de los impactos destructivos causados por la actividad humana. Los organismos que habitan en el suelo desempeñan un papel fundamental en el ciclo de los nutrientes al mejorar la captación y la absorción de estos por parte de las plantas.
A medida que avanzamos hacia un futuro en el que la demanda de alimentos y la presión sobre los recursos naturales siguen en aumento, comprender y proteger el suelo se convierte en una tarea crucial para la humanidad. El suelo ha ido cambiando con las últimas prácticas agrícolas y, actualmente, se abusa del uso de productos de síntesis química. Esto provoca que las poblaciones de la microbiota mermen. Hemos olvidado lo que se siente con el olor a tierra mojada o el disfrutar viendo crecer algo que tú mismo has sembrado. Ahora el suelo se ha convertido en un gran desconocido para todos nosotros.
Los organismos que habitan en el suelo son clave para el ciclo de los nutrientes, mejorando así su captación y la absorción por parte de las plantas. Si no sabemos cómo está el suelo, es muy difícil poder obtener de él todo lo que necesitamos. Cuando nosotros vamos al médico con unos síntomas, con un análisis pueden saber qué nos pasa. Sin embargo, aquí es más complicado porque los técnicos, conocidos como los médicos de plantas y suelos, solo disponen de un análisis físico-químico.
Con nuestra innovación, hemos conseguido una capa adicional de información, es decir, sabemos más acerca de la parte microbiológica. Un análisis microbiológico es el uso de métodos biológicos, bioquímicos, moleculares o químicos para la detección, identificación o enumeración de microorganismos en un material. Con este análisis podremos obtener un estudio metagenómico, conociendo las interacciones entre suelo-planta-microorganismos y sus respectivas funcionalidades. Además, también conseguiremos información acerca del consorcio de microorganismos beneficiosos y sus principales funciones (facilitar la nutrición, fitoestimulación y efecto colateral de sanidad por competición del nicho biológico) evaluando el equilibrio frente a patógenos para asegurar el rendimiento y la rentabilidad de la plantación.
En Biotecarios estamos conectados con la tierra y somos conscientes de la existencia de esta problemática, por eso nos hemos unido a BiomeMakers y a su tecnología Be Crop para conocer la vida que existe en el suelo. Esta herramienta es algo único y nos permite recibir una capa adicional de información biológica y funcional para dar respuestas a las preguntas que siempre nos hemos hecho y de las que hasta ahora no teníamos respuesta alguna.
Gracias a Be Crop, podremos complementar los análisis físico-químicos convencionales de los que disponemos con un estudio de la microbiota de nuestros suelos, no solo de su diversidad taxonómica, sino de las funcionalidades y de su interacción planta-suelo así como de los distintos consorcios de microorganismos.