Plantas con historia… y ciencia: el poder oculto de los patios cordobeses

Mayo es el mes grande de Córdoba. Las calles se llenan de color, los patios se abren al mundo y el aroma de flores inunda cada rincón. Pero más allá de su belleza, los patios cordobeses esconden un saber popular que hoy la ciencia empieza a redescubrir: el uso de plantas ornamentales que también actúan como aliadas naturales frente a plagas.
En Biotecarios, trabajamos para aprovechar el poder de la naturaleza desde la biotecnología. Y en estas fechas, queremos rendir homenaje a esos patios tradicionales que, sin saberlo, llevan siglos practicando un control biológico natural y sostenible.
Muchas de las especies que encontramos en los patios no sólo decoran, sino que también protegen. Aquí te dejamos algunos ejemplos:
Geranios (Pelargonium spp.)
Es uno de los grandes clásicos en los patios cordobeses y contiene compuestos aromáticos que repelen mosquitos y pulgones, lo que los convierte en un escudo natural frente a estos insectos.
Albahaca (Ocimum basilicum)
No es tan frecuente, pero podemos encontrarla en los rincones soleados. Su fuerte aroma actúa como repelente de mosquitos, mosca blanca y trips.
Lavanda (Lavandula spp.)
Además de perfumar los patios con su fragancia inconfundible, esta planta es una gran aliada para ahuyentar pulgas, polillas y mosquitos. Además, su aceite esencial se investiga por sus propiedades insecticidas naturales.
Romero (Rosmarinus officinalis)
Es una planta muy presente en los patios con un toque más mediterráneo, sin embargo, el romero no es solo una planta culinaria. Esta ayuda a repeler insectos como el pulgón o la mosca blanca y atrae a polinizadores beneficiosos.
Rosales (Rosa spp.)
Más allá de su belleza, estas plantas actúan como “plantas trampa” atrayendo a pulgones y otros insectos. De esta manera podemos monitorizar o desviar plagas antes de que ataquen cultivos más sensibles.
Los patios cordobeses no sólo conservan la memoria de nuestra querida Córdoba, sino que también reflejan una forma intuitiva y ancestral de entender la convivencia con la naturaleza. Sin químicos ni productos artificiales, tan solo con plantas que, además de hacer bonito un lugar, protegen.
Desde Biotecarios, queremos continuar por ese camino: buscar en la naturaleza soluciones sostenibles para el control de plagas, cuidando así el equilibrio ecológico.