Como convertir el control biológico en cítricos y olivares en un aliado
A lo largo de los últimos años, la proliferación de plagas en los cultivos de cítricos pone cada vez más dificultades a los agricultores que tienen que buscar nuevas herramientas para combatirlas. Por eso utilizamos lo que se conoce como control biológico, una visión más natural que ofrece las herramientas que precisan los agricultores para salvar sus cultivos.
La primavera acaba de comenzar y eso significa que durante estos meses tiene lugar la floración y cuajado de los cítricos y del olivo, por lo que debemos tener más cuidado con las condiciones del cultivo y las plagas que les afecta.
¿Cuáles son las plagas más comunes?
Una de las plagas más comunes en España es el pulgón verde, también conocido como Aphis spiraecola. Esta especie de insecto homóptero pertenece a la familia Aphididae y es considerada polífaga ya que se alimenta de rosáceas, compuestas, umbelíferas y rutáceas (cítricos). Los daños causados por este insecto se derivan de su succión de savia y la considerable cantidad de melaza que secreta, lo que conduce al desarrollo de la enfermedad conocida como «negrilla».
Además, tiene la capacidad de transmitir el virus de la tristeza, aunque su efectividad como portador no es extremadamente alta, el hecho de que se encuentre en grandes cantidades en los cítricos sugiere que probablemente contribuya de alguna manera a la propagación de la enfermedad. Provoca daños significativos en los cítricos al deformar y enrollar las hojas desde el ápice hacia el pecíolo y desde el haz hacia el envés. Los brotes afectados sufren interrupciones en su crecimiento.
Otra plaga conocida es la Prays oleae, conocida como polilla del olivo. Esta plaga es la segunda más frecuente en este tipo de cultivos y puede llegar a producir grandes daños. Además, cuenta con tres generaciones:
- Filófaga: afecta a los brotes. Esta generación hace los primeros daños en las hojas a finales de invierno o a principios de la primavera.
- Antófaga: afecta a las flores. Las larvas hijas de los adultos de la 1ª generación se alimentan de las flores del olivo (abril-mayo) y, posteriormente, las mariposas de esta generación hacen la puesta sobre los frutos recién cuajados.
- Carpófaga: afecta al fruto y se alimenta de ellos produciendo su caída.
Tenemos también el chinche verde, conocida como Closterotomus trivialis, una plaga común en plantaciones de olivos y cítricos que hace que la producción de algunos cítricos, especialmente la naranja y la mandarina, disminuya considerablemente. Su tamaño ronda los siete u ocho milímetros y su coloración es mayoritariamente verde, aunque puede presentar diferentes tonalidades, más oscuras o claras. La chinche verde clava su estilete en el pedúnculo floral inyectando una toxina que causará la necrosis de este, haciendo que caiga al suelo y por consiguiente se pierda el fruto del próximo año. Estaba considerada como una plaga secundaria, pero actualmente podemos considerarla primaria por su afectación en los cítricos.
Por otra parte, la Scirtothrips aurantii que se ha convertido en una plaga emergente en nuestro país. Esta es una especie muy polífaga que se puede encontrar en más de 50 especies de plantas en una amplia gama de diferentes familias. El principal daño que provoca es consecuencia directa de la alimentación. Los adultos y las larvas se alimentan de las células epidérmicas de las hojas jóvenes, pedúnculos y el ápice de los frutos jóvenes, provocando un plateado en la superficie de la hoja que luego adquiere una coloración marrón y una cicatriz superficial en la corteza del fruto que a menudo forma un anillo alrededor del pedúnculo. En la hoja, el daño se observa en el limbo y presenta escarificaciones o cicatrices alargadas localizadas bien junto a la nervadura principal o bien el borde del limbo. Al desarrollarse la hoja, la parte afectada no lo hace y, de esta manera, se originan deformaciones más o menos pronunciadas.
Y, por último, está la Pezotrips kellyanus, uno de los Trips de los cítricos de Kelly, y es conocida por ser una especie de plaga en los cultivos de cítricos que puede causar cicatrices en la piel de las frutas. Los principales daños que se observan son escarificaciones o cicatrices más o menos circulares alrededor del pedúnculo en frutos pequeños y zonas plateadas o decoloradas en frutos.
¿Con qué enemigos naturales podemos combatir estas plagas?
El control de plagas en los cultivos de cítricos debe abordarse desde una estrategia de manejo integrado en la que se dé prioridad a la utilización del control biológico, ya sea con estrategias aumentativas de suelta de enemigos naturales o con protocolos que favorezcan la conservación de la fauna auxiliar autóctona que puede proporcionar niveles adecuados de control natural de los fitófagos presentes en este agrosistema. Gracias al control biológico se está facilitando la viabilidad comercial de las explotaciones y su rentabilidad.
Uno de los enemigos naturales más utilizados es la Chrysopa. Este insecto se utiliza para el control biológico de los pulgones y de muchas otras plagas de insectos, tales como la mosca blanca, los trips y los huevos de polillas. Otro de los más habituales es Aphidius colemani es una avispa parasitaria recomendada para el control de plagas de varias especies de pulgones. Esta especie desempeña un papel crucial al contribuir a la preservación del equilibrio ecológico al atacar selectivamente a los pulgones, evitando así daños significativos en cultivos agrícolas.
Por otra parte, se encuentran los Cantáridos, también conocidos por Escarabajos soldado, que son efectivos contra pulgones, trips, larvas y pupas del suelo. También están los Sírfidos que se alimentan de pulgones y otros insectos que afectan a nuestros cultivos. Y, por último, las Mariquitas depredadoras como la Adalia bipunctata. Esta es una especie polífaga que se alimenta normalmente de presas móviles, especialmente de especies de Áfidos (pulgones). En ausencia de Áfidos, puede alimentarse de otros insectos como Cocoideos y Diápsidos. También se ha reportado para esta especie casos de canibalismo, especialmente por parte de las larvas, las cuales pueden alimentarse de los huevos u otras larvas.
Desde Biotecarios, recomendamos realizar un seguimiento exhaustivo de conteos en terreno tanto en las poblaciones de plagas como de los auxiliares. De esta forma, se evaluará el estado de ambas y se permitirá tomar las medidas apropiadas, ya sea mediante la liberación de control biológico, la aplicación de tratamientos específicos o la implementación de estrategias necesarias para optimizar el rendimiento de los cultivos.